Periodo académico 2019-IS
| Actividad | Grupo | Periodos | Horarios | Aula | Profesor/Tutor |
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La movilidad urbana (entendida en la cotidianidad como el qué tanto puede
moverse un habitante en su ciudad) y el estilo de vida (entendido como la
idiosincrasia, identidad, carácter de ese habitante, ya sea individual o de
grupo) son dos elementos que tradicionalmente no se revisan de manera
conjunta, aun cuando los dos hacen parte esencial del comportamiento social de
quienes habitan una ciudad.
La movilidad en la ciudad, como derecho fundamental del ciudadano, juega
un papel esencial en la cotidianidad de los habitantes de una ciudad. El
estilo de vida, por su parte, determina comportamientos, actitudes y hábitos
que usualmente no son observados desde la particularidad, sino que son
supeditados a las masas móviles, pero que afectan específicamente las
decisiones que el ciudadano toma a la hora de utilizar la infraestructura vial
para ir de un lugar a otro.
Estos dos elementos tienen un encuentro Interseccional, como llamaría
Kimberleé Crenshaw, digno de ser abordado desde el diseño, pues las esferas en
que se debe entender al ciudadano para poder comprender sus decisiones en
movilidad (género, raza, lugar de vivienda, profesión u ocupación, distancia
de desplazamiento, etc.) son tantas que pretender generar sistemas de
transporte masivos y colectivos eficientes, sin indagar en estos aspectos, es
un ejercicio que deja pasar oportunidades de diseño claves para construir
modelos de apropiación que permitan enfrentar los cambios físicos que vive la
ciudad, cuando de adaptar nuevos modos de transporte se trata.
De la misma manera, esa comprensión de las decisiones implica también
tener nociones de las relaciones existentes en la ciudadanía entre lo público
y lo privado, y lo particular y lo colectivo, para comprender el concepto del
cuidado –desde la perspectiva de Bernardo Toro- que es necesario para hacer
una transición entre la ciudad en que prima el bien privado y la que reconoce
el valor de lo público.
- Aportar las bases conceptuales necesarias para: (1) comprender los factores que componen la movilidad urbana contemporánea; (2) practicar modelos de socioanálisis (relaciones personales, el consumo, la hospitalidad, el vestir, etc.) de los estilos de vida de cada estudiante que den luces hacia la relación implícita que hay con sus hábitos en movilidad, (3) desarrollar acciones personales de diseño coherentes tanto con el contexto movilidad planteado como con la revisión socioanalítica personal
Parte i: El ejercicio de socioanálisis invita a la revisión del estilo de vida
propio a partir de material referente en los siguientes temas:
1. Proyección personal y ascenso social: aspiraciones, metas y sueños
comunes como determinantes de los estilos de vida en el presente.
2. Ascenso social en Colombia: la situación local con respecto a las
posibilidades de cumplimiento de las metas de los habitantes y sus
consecuencias.
3. Narrativas del éxito: valores que el estilo de vida dominante, a
causa de los modelos productivos, trae consigo para la sociedad occidental y
su instalación como parte del canon de felicidad.
4. Estilo de vida y movilidad: desde la cotidianidad, cómo impacta el
estilo de vida individual (tanto proyectado como actual) en la movilidad
colectiva.
5. La banalidad del mal: contraste en la sociedad productiva entre hacer
correctamente una tarea y hacer lo correcto.
Parte ii: Qué modelos teóricos o prácticos presentan alternativas ante
las inquietudes que el ejercicio de socioanálisis plantea:
6. Decrecimiento como alternativa, desde la perspectiva de Serge
Latouche y Carlos Taibo
7. Epistemologías del sur como alternativa, desde la perspectiva de
Boaventura de Soussa
8. El paradigma del cuidado como alternativa, desde la perspectiva de
Bernardo Toro
9. Movilidad paradójica y cartografías sensibles como alternativas,
desde la experiencia en la ciudad. Ejercicios para vivir la ciudad para
reparar en las leyes produccionistas de la movilidad urbana
Parte iii: “La tarea” propone un ejercicio de acción personal, producto
de la reflexión vía socioanálisis, con respecto al estilo de vida y su impacto
en lo colectivo.
Cada una de las entregas y presentaciones será evaluada en función de los
mínimos requeridos para cada una, los cuáles serán estipulados en el momento
de la formulación de la entrega en clase; ahora, teniendo en cuenta que la
evaluación numérica otorgada por el docente no representa una visión universal
sino particular del desarrollo del ejercicio, y que para este caso se
utilizará como un estímulo para lograr la excelencia particular de cada
estudiante según sus intereses, esos mínimos requeridos cumplidos serán
evaluados máximo con una nota equivalente a 3.5 sobre 5.0. La excelencia, en
este caso, dependerá de todo lo extra que el estudiante esté en condiciones de
dar, superando así lo básico estipulado y aproximándose a una formación
autónoma que sea demostrable en los marcos de interés particular del
estudiante.
La hora de entrega será acordada con los estudiantes al menos una sesión
de clase antes de la entrega, pues puede variar dependiendo de la complejidad
y el lugar del montaje. Al entender ese acuerdo como un compromiso de ambas
partes, quien se presente a entregar luego de la hora pactada y sin
justificación aceptada por el Reglamento Estudiantil o el estamento
institucional pertinente, tendrá una calificación de 0.0 (cero con cero). De
igual manera las entregas que atenten contra la dignidad de la disciplina, del
salón de clase e incluso la misma del estudiante, que se evidencie por su
falta de compromiso y dedicación, en ciertos casos, normas mínimas de aseo, no
podrán aspirar a una calificación superior a 1.0 sobre 5.0.
Todo proyecto, incluso el que esté calificado con 0.0 (cero con cero),
tiene derecho a una retroalimentación si se acerca respetuosamente al docente
a comentar el percance sucedido.
El principio básico de retroalimentación es la pregunta, pues la
preocupación fundamental de este curso es generar posturas sólidas desde la
perspectiva e interés del estudiante que se alejen de la contradicción. Para
esta asignatura la experiencia personal, el ejercicio de observación
cualitativa, descriptiva y crítica, y la pregunta, son eje fundamental de los
propósitos a conseguir, puesto que el ejercicio de socionálisis aplicado a la
experiencia personal requiere de altos niveles de compromiso con la reflexión
del estudiante. Por tanto los ejercicios de respuesta a la ligera no son
usables como sustrato de análisis, factor de incidencia evidente en la
calificación.
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